Juguetes Prehispánicos para el Día de Reyes

04 de Enero 2021-01-04

Por Karloz Miranda Yaoehecatl



Como cada año, cada vez que se acerca el “día de reyes”, vale la pena recordarle que existen juguetes o juegos “prehispánicos”, o mejor dicho, pertenecientes a la época del México antiguo, a la época de nuestras culturas ancestrales, de los sabios nahuas, mayas, zapotecas o toltecas entre otros.

El recordatorio es para que usted considere adquirir alguno de estos juguetes ancestrales o bien para que le enseñe a su hijo o hija alguno de estos juegos que en su momento nos divirtieron a nosotros, demostrando con ello que no es necesaria tanta tecnología para darles un momento de felicidad a los niños y despertar su imaginación.

Y ya que, al parecer, no podemos librarnos de la imposición comercial del “día de reyes” del mundo occidental, además del chantaje emocional para hacerle sentir culpable por no darle o comprarle algo a sus niños, pues bien, dice el viejo dicho que, si no puedes contra ello, únete. Y si va a ser así, que sea en beneficio de nuestras culturas ancestrales y de nuestra población indígena actual.   

Así que, ahora que llega el famoso “día de reyes”, por favor, considere los juguetes y los juegos del México antiguo. En esas sociedades ancestrales existieron juguetes y juegos propios para los niños; juguetes y juegos sencillos que no necesitaban más que la imaginación del niño para divertirse.

En estas fechas, en que los “reyes magos” hacen su aparición para traer los juguetes solicitados o favoritos de los niños, y que tales preferencias infantiles, de la sociedad actual, se dirigen a los juguetes que incorporan algún tipo de tecnología como las tablets, celulares, Xbox,  PlayStation, o ahora los famosos “Drones”, por ejemplo, y que pareciera que sin estos “juguetes” los niños no pudieran divertirse, vale la pena echar una mirada al pasado y observar cómo y con qué se divertían los niños mexicanos de la época prehispánica.

Porque a final de cuentas, lo que importa es la diversión, que el niño juegue, se entretenga, estimule su imaginación; y contemplar, después de esta pequeña propuesta, la posibilidad de incorporar algunos de estos juegos o juguetes para nuestros pequeños.

Carritos

Existieron pequeñas figuras de cerámica con formas de animales, algunas de ellas con ¡ruedas! (para los que dicen que los antiguos mexicanos no conocieron “la rueda”) y que eran utilizadas por los niños como “carritos”. Principalmente eran figuras de perritos, hechos de diferentes materiales o de diversos tipos de piedra, montados sobre cuatro ruedas para poderlos mover. Con este tipo de juguetes, el padre o la madre podría, además de jugar con su hijo, contarle sobre las historias y leyendas de los animales originarios del México antiguo: el ocelotl (jaguar), el coyotl (coyote) o Xoloitzcuintli (perro).

Trastes, arcos y flechas.

Tuvieron como juguetes pequeños trastes, “artículos para el hogar”, pero en chiquito: metates, escobas, molcajetes, ollas, cazuelas, etc., estos juguetes estaban destinados para las niñas, y los niños jugaban con pequeños arcos, flechas y escudos. Aún se pueden encontrar este tipo de juguetes en miniatura en mercados como los de Sonora o de la Merced.

Muñecas de trapo

También tuvieron muñecos y muñecas articuladas, es decir, estas muñecas podían mover sus bracitos y sus piernitas, o muñecas hechas de trapo (manta) bordadas de colores.  Actualmente existen hermosas muñecas de corte indígena llenas de colorido que no son más que un reflejo cultural de aquellos antiguos juguetes.

Pepeteotl y Ocarinas

Uno de los juguetes favoritos de los niños de aquel tiempo era la peonza, hoy conocido como “trompo”, también le llamaban a este juego pepeteotl. No podían faltar también como juguetes todo tipo de sonajas y silbatos. Tenían como juguetes diferentes tipos de silbatos, Ocarinas, con varias formas de animales. Había uno en particular con forma de paloma que llamaban chichitli,  y que los niños tocaban mucho.

Totoloque

Tenían los niños un juego muy parecido al que algunos hemos conocido como “rayuela”, le llamaban totoloque. Arrojaban unas bolitas de oro o de barro a un pequeño recipiente (tejuelos) a lo lejos, cerca del tejuelo estaban dibujadas unas rayas; ganaba el que acertara en el “tejuelo” o quedara más próximo a la raya más cercana al “tejuelo”.

Mapepena

Otro juego que gustaba mucho a los niños era el que hoy conocemos como  “matatena” (bueno, conocimos algunos) y cuyo nombre original era mapepena, del nahuatl pepena (recoger) y maitl (mano), “recoger con la mano” y que consistía en lanzar una piedrita al aire y con esa misma mano recoger la mayor cantidad de piedritas y cachar la que había lanzado al aire, todo en un breve instante; ganaba el que recogía el mayor número de piedritas y no se le caía la que había lanzado al aire ¡Excelente juego de habilidad y destreza!

Patolli

El juego más conocido era el del patolli, muy parecido a los juegos de mesa actuales de “casillas y dados”. El patolli consistía en “un tablero con varias casillas… y el objetivo es hacer avanzar las piezas por las casillas de acuerdo al puntaje, marcado por semillas… eran frijoles pintados con puntos que tenían una función similar a la de los dados”. El tablero tenia una forma de cruz diagonal con casillas rojas y azules. Las fichas eran algún tipo de piedra preciosa: jade, turquesa u obsidiana.

El bolillo

Para divertirse no hace falta más que una pequeña dosis de ingenio y ganas de querer pasársela bien. Ahí tiene como ejemplo el juego del “bolillo”, (también, se cree, de origen prehispánico), un pequeño trozo de madera puntiagudo por ambos lados, se colocaba en una ranura hecha en la tierra, golpeaba uno de sus extremos, el “bolillo” salía volando hacia arriba y usted tenía que pegarle con otro palo a manera de “bat”, otro niño tenía que atrapar el “bolillo”; era un juego que cumplía con las tres “b”, bueno, bonito y barato. 

Mercado o Tienda de artesanías

Antes de pensar en darle a su hijo o hija un juguete “moderno” y avanzadamente tecnológico como regalo de “reyes magos”, piense en llevarlo primero a una tienda de juguetes artesanales o prehispánicos que promueven, conservan y luchan por mantener nuestras tradiciones y raíces indígenas, o enséñele uno de esos juegos que usted  jugaba cuando era niño.

En los mercados tradicionales, en las tiendas de juguetes artesanales, ahí encontrará el trompo, el yoyo, el balero, las sonajas, un carrito de madera o de barro, una muñeca de trapo, juguetes tan coloridos y divertidos que seguramente atraparan la mirada de su niño. Algunos de estos juguetes ya no son prehispánicos, pero forman parte de una tradición mexicana del juguete “indígena” y artesanal.

Vuelva a ser niño

Y si, a final de cuentas, sus niños ya no quieren estos juguetes, o usted cree que a sus pequeños ya no les van a gustar o no les interesan, ¡pues dese el gusto usted mismo! Adquiera para usted alguno de estos ancestrales juguetes, y no necesariamente el “día de reyes”. Démosle nosotros el valor que tiene estos juguetes y juegos antiguos, y no dejemos morir estas bellas y antiguas tradiciones.

Tlazohcamati. ¡Totazqueh!






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