Teotihuacan. La Metrópolis del México Antiguo.

17 de Noviembre 2020-11-17

Por Karloz Miranda Yaoehecatl




Teotihuacan. La metrópolis del México Antiguo.

Hablar de Teotihuacan no es fácil, máxime cuando se están realizando constantemente hallazgos arqueológicos que confirman, amplifican o modifican las interpretaciones históricas y culturales que de esta antigua y sagrada ciudad se tienen. Teotihuacan siempre se esta actualizando, siempre esta en movimiento. Aunque es posible hacer una revisión general, grosso modo, los descubrimientos actuales exigen una mayor atención en cada una de las partes arquitectónicas, geográficas y simbólicas que componen la antigua ciudad teotihuacana. Es tal la cantidad de información que arroja el trabajo arqueológico de la zona, que es necesario comenzar a dividir su estudio por temas o por conjuntos arquitectónicos o edificaciones. Actualmente, se están conformando especialistas para un determinado tema o por cada edificación o construcción teotihuacana como ahora hay equipos de trabajo asignados en cada área, realizando una tarea específica en cada zona de la gran ciudad.

No es mi intención interiorizar a fondo en el estudio y análisis de cada uno de los elementos arquitectónicos que componen la ciudad de Teotihuacan –­eso queda en manos de las publicaciones especializadas y sus investigadores–, intentaré solamente dar una idea general, por temas, tratando de resaltar lo más significativo de las últimas investigaciones. Con esto inicio una serie de entregas de los elementos que componen la antigua y sagrada Teotihuacan. Comencemos entonces con: la ciudad teotihuacana.

Teotihuacan no fue una ciudad, fue la ciudad por excelencia de todo el territorio del México antiguo, de toda la región mesoamericana, superando incluso, en su momento, a las de mayor florecimiento de la región maya, tan admiradas por su monumentalidad y belleza. Teotihuacan sólo es comparable con las más grandes ciudades antiguas del mundo como Alejandría (ciudad fundada por Alejandro Magno en el norte de Egipto), Babilonia (actualmente ubicada en Irak), Xi’an (Chang’an en la antigua China), Atenas (en la antigua Grecia), Constantinopla (capital del imperio romano en Turquía), y la gran ciudad de Roma (la ciudad, no el imperio), superada incluso esta última por Teotihuacan en complejidad social y numero de habitantes. Todas estas fueron ciudades-Estado (poseían plena soberanía e independencia de cualquier otra nación), centros de poder político, social, militar y religioso.

Teotihuacan fue una gran urbe, una ciudad en toda la extensión de la palabra, tal y como entendemos hoy lo que es una ciudad. El diseño de su traza urbana es reticular (en forma de red), cuadriculada, los ángulos rectos afloran por toda la ciudad con una gran simetría, con un orden bien planificado. La misma ciudad esta dividida en dos grandes ejes que la conforman en cuatro cuadrantes, o cuatro rumbos (modelo de traza que posteriormente copiaran los mexicas), y cada cuadrante (o distritos, como le llaman los arqueólogos) se organizaba en barrios o calpullis. La Calzada de los Muertos se convierte en el eje vertical, norte-sur, mientras que el cause del río San Juan, desviado de su curso original intencionalmente por los teotihuacanos, cumple como el eje horizontal, oriente-poniente. Se han descubierto, hasta el momento, cerca de 2,000 complejos arquitectónicos, conjuntos habitacionales, residenciales, de los cuales se han estudiado el 1%. La ciudad contaba con todo un sistema de drenaje. Canales de desagüe se aprecian en todos los conjuntos habitacionales. Como toda gran ciudad, contaba con sus edificaciones monumentales, palacios, edificios administrativos, recintos para embajadores, para guerreros, espacios de comercio, plazas y una gran cantidad de templos conformando los espacios sagrados.

Teotihuacan fue una ciudad cosmopolita y pluricultural (así como actualmente lo es la ciudad de Nueva York), un lugar al que llegaban personas de otras regiones, de lugares lejanos, buscando establecerse y formar parte de la rica economía y del poder político y religioso que emanaba de esta gran urbe. En la ciudad de Teotihuacan existieron barrios de diferentes “nacionalidades”, conjuntos habitacionales conformados por zapotecos, mixtecos, otomíes, y de personas llegadas del Golfo de México, Veracruz, Tabasco, del occidente y del sureste mexicano.  Existieron conjuntos habitacionales que funcionaron como embajadas para recibir y hospedar a los grandes dignatarios que llegaban de tierras muy lejanas, como era el caso de los embajadores mayas por ejemplo.

Dada su complejidad social, Teotihuacan se organizó como una sociedad corporativa, es decir, el gobierno teotihuacano se conformó en un co-gobierno, en un consejo, un pacto entre los grupos más significativos de la sociedad para gobernar en conjunto la ciudad. En Teotihuacan no existió una monarquía, un Tlahtoani, o un hombre que gobernara por sí sólo con su consejo, aquí lo que existió fue un gobierno corporativo, un consejo único, un Tlahtocan. Así, se organizó a los distintos grupos etnicos-sociales en unidades corporativas, “donde los grupos fueron más importantes que los individuos”.[1]

Se sabe, hasta el momento, apoyados en el descubrimiento de la “vasija de las colinas” por el arqueólogo sueco Sigvald Linné en Teotihuacan, de cómo estaba organizada políticamente la sociedad teotihuacana. En la vasija aparecen cuatro individuos, cada uno con sus propios emblemas y al parecer representando a un grupo corporativo de la sociedad teotihuacana. Los cuatro grupos ahí representados son: el grupo de la serpiente, el grupo del jaguar, el grupo del coyote, y el grupos de las aves. Estos serían los cuatro grupo principales que habrán estado gobernando en conjunto la ciudad de Teotihuacan.

Teotihuacan comenzó a gestarse 300-200 años antes de la era cristiana. Y su mayor esplendor lo alcanza alrededor de la año 500 d.C. El ocaso teotihuacano ocurrió alrededor del año 700 d.C. La ciudad de Teotihuacan abarcó un territorio de 20 km2 al menos, pueden ser más, y contó con una población estimada de entre 150,000 y 200,000 personas de  distintos grupos étnicos, dando pie a una conformación social pluriétnica.

Hasta el momento, se ha investigado el 20% del total descubierto de Teotihuacan. Se cree que existen más construcciones, edificaciones, complejos arquitectónicos, enterrados alrededor del valle teotihuacano. El valle de Teotihuacan tiene una extensión de 505 km2. Es posible que las montañas aledañas alberguen vestigios de la antigua ciudad. Es posible que algunas montañas no sean montañas, como se pensó alguna vez sobre las pirámides del sol y de la luna. Aún falta mucho por excavar, desenterrar y descubrir. 

Vaya pues, Teotihuacan, en términos urbanos, fue una megalópolis (en términos antiguos), una metrópolis, la ciudad más ciudad de todo el México antiguo.



[1] Dra. Linda Manzanilla. Documental: Nacimiento del Quinto Sol en Teotihuacan.

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